Nombre, cargo y empresa
Mayte Expósito, directora de Imago, agencia de marketing y comunicación especializada en el sector beauty.
Háblanos sobre la empresa en la que trabajas. ¿Cuál es su historia y valor diferencial en el sector de la belleza?
Abrimos Imago hace cerca de 20 años junto a mi socio Armand Zoroa con el objetivo de mejorar la relación entre las empresas y los consumidores, buscando una comunicación real, honesta y continuada entre marca y público. Las redes sociales estaban despegando (Facebook no se fundó hasta 2004), pero supimos ver su potencial y apostamos fuertemente por lo digital desde el inicio. Además, fuimos de las primeras agencias en utilizar influencers como prescriptoras para diferentes marcas. Entendimos que el online sería el futuro de la comunicación. Y no nos equivocamos.
Venía del mundo de la moda por lo que el salto al beauty fue muy natural, ya que son dos sectores muy relacionados. Formamos parte del Beauty Cluster desde el inicio pues, además de por interés personal, creemos que es una de las principales industrias del país y que tiene mucho potencial. Aportamos el conocimiento y la experiencia en sectores afines, como la moda o el entretenimiento, lo que nos otorga una visión panorámica, enriquecedora y fresca para el sector de la belleza.
¿Qué implica tu día a día en la empresa?
Junto a mi socio, ejerzo de directora de orquesta. Me gusta ver al equipo como una banda de música formada por expertos en diferentes áreas. Como en una orquesta tengo instrumentos de viento, percusión y cuerda que tocan diferentes melodías, mi trabajo es conseguir la armonía perfecta a partir de la partitura que nos pasa el cliente. Así que mi trabajo diario se basa en gestionar equipos para conseguir la máxima eficiencia y cumplir las peticiones de los clientes.
¿En la situación actual, estáis apostando por la transformación digital?
Me sorprende que ahora todo el mundo hable de transformación digital como si fuera consecuencia de la pandemia cuando es una tendencia en crecimiento desde hace años. Otra cosa es que no lo quisiéramos ver. El covid ha hecho evidente y urgente la necesidad de un cambio por parte de las empresas, pero la transformación y la apuesta por lo digital era necesaria hace tiempo. Si queremos que nuestras empresas sobrevivan los próximos años debemos invertir en transformación digital que, en realidad, tiene más de transformación que de digital.
¿Crees que la sostenibilidad es una tendencia o una realidad ineludible?
Dejó de ser una tendencia, ahora es una realidad en la que tenemos que trabajar todos. Si el consumidor piensa en sostenible, la empresa tiene que compartir este interés. El consumidor es cada vez más exigente con las empresas, demanda un compromiso social y ambiental, incluso unos valores y filosofía compartida. Las organizaciones que ignoren esta realidad y que no se transformen en empresas conscientes tendrán más difícil la subsistencia.
¿Qué retos afronta el sector en los próximos años?
El principal reto es adaptarse a las necesidades del consumidor que han cambiado mucho y muy rápido en los últimos meses. La experiencia de compra es distinta, lo que afecta y modifica la relación con el consumidor. Pasamos de lo físico a lo digital por lo que debemos conocer y activar todas las herramientas posibles para mantener el diálogo con nuestro target. Debemos ofrecerles la misma experiencia de compra, pero a través de diferentes canales coordinados: web, redes sociales, trade, ecommerce… La omnicanalidad es la clave.
¿Cómo atraer talento y retenerlo en una época tan compleja?
Ofreciendo un salario competitivo que no solo esté basado en la retribución económica. Es el conocido como salario emocional: la retribución dirigida a mejorar la calidad de vida del empleado como la conciliación, el teletrabajo o la flexibilidad horaria. Cuando un trabajador está motivado, implicado y feliz en una empresa es más difícil que la abandone. La mayoría de la plantilla de Imago lleva con nosotros más de 10 años… ¡Algo haremos bien!
¿Qué os aporta formar parte del Beauty Cluster como entidad y a ti como profesional?
Nos gusta formar parte de un entorno de colaboración como el BCB porque supone un aprendizaje constante, genera sinergias con empresas de diferentes tamaños y nos mantiene actualizados gracias a su amplia oferta de cursos y formaciones.
Fuimos de los primeros en apostar por el Beauty Cluster porque vimos las oportunidades de crecimiento que iba a tener. Estamos implicados en varios grupos de trabajo, generamos contenidos para el blog, participamos en webinars y mesas redondas, colaboramos con varios socios… Somos muy activos porque nos motiva y porque supone un retorno importante para la empresa.
Volviendo a ti. ¿Cómo aterrizas en el sector de la belleza?
Trabajé durante muchos años en el sector de la moda, que es una industria muy vinculada a la cosmética. Así que la transición fue muy natural. Son dos sectores que me apasionan y en los que hay mucho talento y creatividad.
Hablando de ‘belleza’, ¿cómo la definirías?
Es un estado de ánimo. La imagen que transmites a los demás depende de cómo te sientas por dentro. Me gusta cuidar mi imagen porque me hace sentir mejor y porque me ayuda a comunicar mi personalidad. En Imago creemos que todo comunica, desde nuestras redes sociales a nuestras notas de prensa, pasando por nuestras oficinas o por cómo nos vestimos. Por algo elegimos Imago (imagen en latín) como nombre para la agencia.
¿Algún hobby, superpoder o pasión escondida que quieras compartir?
Soy una apasionada de la ópera. Me gusta la pasión, la fuerza, la entrega que transmite. La música marca mi biorritmo.
¿Cuál es el último libro que has leído o película que has visto?
Soy una gran lectora de libros de historia porque si aprendemos del pasado evitamos cometer los mismos errores. Aunque últimamente me he aficionado a los libros sobre cosmética natural y el poder curativo de las flores.
Los negocios se basan en…
Pasión, aprendizaje constante… ¡y muchas horas!