A todos nos gusta pensar que un producto adquirido del estante del súper o de nuestro e-commerce favorito va a cumplir con lo que dicen sus ‘reviews’ y nos va a quitar, por ejemplo, esas pequeñas arrugas de más. Desafortunadamente, muchos de los activos que sirven a las marcas como reclamo comercial, perderán parte de sus propiedades durante la producción y almacenado de la fórmula cosmética debido entre otros motivos a su desestabilización y probable degradación (y esto lo sabemos casi todos los que trabajamos en este sector). Cuando un activo se degrada crea un residuo que 1) es inerte (inútil, ineficaz) o 2) tiene una actividad biológica desconocida (que ya puede ser benévola, tóxica o irritante).
La encapsulación permite la protección de activos cosméticos de factores externos además de su liberación controlada. Desde Ecopol Tech, como expertos en química polimérica y sistemas de encapsulación, nos gustaría hablar de factores clave a tener en cuenta, a la hora de formular con encapsulados desde el punto de vista de una empresa cosmética. Por empresa cosmética, entiéndase aquella que formula y/o vende formulas cosméticas al consumidor u otras empresas. Existen una serie de propiedades y conceptos que deben entenderse para poder elegir de forma correcta el encapsulado que se va a añadir a una fórmula cosmética y que le va a dar esas propiedades únicas.
- En primer lugar cabe tener en cuenta la estabilidad físico-química del encapsulado en el cosmético, para ello es necesario que desde un principio el formulador tenga las ideas lo más claras posible de lo que busca obtener, y el encapsulador deberá saber hacer las preguntas correctas para dilucidar qué es lo que el cliente formulador necesita en su fórmula. Esto parece trivial, pero a menudo es la falta de comunicación verbal y no la falta de tecnologías lo que determinará el éxito de una relación técnico-comercial en la que se introducen productos disruptores al mercado. Cientos de veces hemos enviado muestras al cliente que no se han testado correctamente, no se ha entendido sus propiedades, no han encajado con lo que el cliente quiere, entre otros. De esta forma, por ejemplo, si un cliente busca un encapsulado compatible con una fórmula cosmética basada en agua, claramente deberemos como encapsuladores proveerle un encapsulado que sea dispersable y miscible en agua y aclarar en qué viscosidades y rangos de pH podrá formular sin que ello afecte la actividad del encapsulado. Además deberá cumplir con las especificaciones de color y opacidad necesarias. Por ejemplo, un microencapsulado será muy complicado que de transparencia en la fórmula, en cambio un nanoencapsulado de un tamaño inferior a los 100 nm posiblemente de propiedades de transparencia para crear fórmulas altamente transparentes y translúcidas.
- El tamaño de partícula del encapsulado afectará directamente a sus propiedades de encapsulación, liberación controlada, opacidad, degradación… Es importante que el formulador entienda cómo el tamaño afectará estas propiedades y es responsabilidad del encapsulador explicarlo adecuadamente para que se entienda. Por ejemplo, generalizando, un nanoencapsulado de 100 nm que contenga un 5% de retinol probablemente sea muy amarillo, semitransparente a concentraciones comercializables, resistente a rotura mecánica pero sensible a radiación UV, temperatura y generalmente poco estable a la oxidación. Por lo contrario, un microencapsulado de 20 micras que contenga un 5% de retinol probablemente sea menos amarillo, opaco-blanquecino a concentraciones comercializables, sensible a la rotura mecánica pero más resistente a la radiación UV, temperatura y por lo tanto mejor antioxidante para el retinol. Además el nanoencapsulado seguramente tendrá mejores propiedades de penetración en la piel que el microencapsulado. Significa que uno es mejor que el otro? No, simplemente en función de las características del cosmético nos interesará usar el uno o el otro.
- El sistema de liberación del activo encapsulado durante la aplicación tópica del cosmético determinará la eficacia y seguridad del encapsulado. Por ejemplo y esto es de vital importancia. La concentración máxima permitida de all-trans retinol en un cosmético facial es del 0.3%. Sin embargo esta concentración se refiere a retinol libre sin encapsular y en muchos casos cuando el retinol se aplique en la piel rápidamente empezará a oxidarse y a perder eficacia. Si por el contrario usamos en una crema un 0.3% de retinol encapsulado y demostramos que el retinol se libera lentamente durante 12h en la piel, sería interesante demostrar que su eficacia, dermotoxicidad y tolerabilidad es mejor que en el no encapsulado. Y probablemente esto nos permita utilizar una mayor concentración de retinol diariamente en tratamientos intensivos con menor irritabilidad o una menor concentración (<0.3%) diaria y aún así tener una eficacia parecida o mayor a cuando se usa 0.3% de retinol sin encapsular.
Por último es también importante ser consciente de la concentración de la molécula bioactiva encapsulada que se va a necesitar en el producto cosmético. Y aquí volvemos al tema de la estabilidad. Fórmulas cosméticas emolientes con un elevado porcentaje de principios activos sensibles, aceites grasos insaturados o aceites esenciales difícilmente podrán garantizar una elevada estabilidad a la oxidación y en muchos casos necesitarán del uso de encapsulados para asegurar que todo ese aceite incorporado en la fórmula será estable durante el tiempo y mantendrá sus propiedades sensoriales y terapéuticas.
Ejemplo de las ventajas y características técnicas de un encapsulado de retinol (Capsuretinol UHC) de Ecopol Tech.
Pau Rocas Alonso
Head Of Business Development de Ecopol Tech
www.ecopoltech.com