Hoy en día se habla mucho del bien estar en el entorno laboral. Es importante que los empleados estén felices y se sientan valorados y es que el salario que se percibe a final de mes ya no tiene tanta relevancia si la empresa no ofrece otro tipo de incentivos por los que merezca la pena permanecer dentro de la compañía.
Así, se puede decir que el salario emocional es la suma de todos los incentivos no económicos que ofrece una empresa para mejorar la motivación y el compromiso de los empleados. Es una forma de conseguir que el trabajo llene las expectativas personales del trabajador de tal forma que éste vea un futuro estable dentro de la compañía.
En este momento estamos inmersos en un cambio de paradigma en el que la productividad ya no es algo que se asocia a la cantidad de horas que un trabajador dedica a la empresa, si no en la motivación que el empleado tenga en el momento desempeñar sus tareas. Al final, de lo que se está hablando es de un correcto trato a nivel personal mediante el cual debería fomentarse una relación empresa – empleado en la que ambos ganen.
La gestión del capital humano es una de las partes más complicadas de la organización empresarial. Cuando hablamos de salario emocional debemos tener en cuenta que se trata de una percepción subjetiva y que por tanto no todos los empleados de una compañía darán por válida la misma compensación.
Principalmente se puede hablar de 6 tipos de salario emocional:
- Dar oportunidades de crecimiento y desarrollo dentro de la empresa
El trabajador valorará siempre muy positivamente un futuro estable dentro de su trabajo con oportunidad de mejorar día tras día y que ese esfuerzo se vea recompensado con nuevas responsabilidades. En este sentido dar la oportunidad de aprender, mejorar y adquirir nuevo conocimiento se convertirá en un valor diferencial que la empresa podrá ofrecer al trabajador ayudarle y acompañarle en su crecimiento dentro de la compañía.
- Conciliación
Se trata de poner facilidades para que los empleados puedan compaginar su vida personal y profesional. A pesar de que vivimos en una sociedad que cada vez retrasa más la paternidad/maternidad, el trabajador quiere poder disfrutar de horarios de trabajo flexibles, días libres por enfermedad, jornadas de teletrabajo… y por supuesto poder conciliar también la vida familiar.
- Cultura empresarial y valores
Promover la cultura empresarial y defender unos valores con los que los empleados se sientan cómodos promueve la sensación de pertenencia y constituye una de las claves para fomentar la permanencia de los trabajadores.
- Fomentar un buen ambiente laboral
Un entorno laboral sin conflictos, en los que todos saben cuál es su lugar supone un punto importante para el desarrollo del bienestar del empleado dentro de la empresa. Fomentar el trabajo en equipo, el compartir ideas, hacer sugerencias, entre otros, se convierte en una buena praxis que puede ayudar sin duda a la retención del talento.
- Contar con la opinión del empleado
Cuando se implica al trabajador en la toma de decisiones de la empresa este se siente una parte fundamental del proyecto que se está desarrollando, lo que hará que quiera aportar lo mejor de sí mismo para llevarlo a buen puerto.
- Reconocer el trabajo bien hecho
A todos gusta que se destaquen las cosas que se han hecho bien y no solamente aquellas que están mal. Palabras tan sencillas como “gracias”, “enhorabuena”, “bien hecho”, “confío en ti”, son parte de un salario emocional que compensa y satisface en ocasiones mucho más que cualquier retribución económica.
Teniendo en cuenta la cantidad de horas que se dedican a la empresa, disfrutar del trabajo debe ser primordial. Por eso es importante observar las necesidades de los trabajadores para adaptarse a ellas y ofrecerles un entorno agradable en el que poder desempeñar sus funciones a diario. Y es que, sin duda, un trabajador satisfecho es un trabajador que aportará valor a la empresa.
Claudia Mesegué
Marketing & International Affairs Manager en Beauty Cluster Barcelona
comunicacio@beautyclusterbarcelona.com