Todo sobre los alérgenos en cosmética natural

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Contamos con la colaboración de Beatriz Carmona Mendoza, Marketing Manager de Bordas S.A. para adentrarnos en el fascinante mundo de la elaboración de fragancias seguras para productos de cosmética natural.

La naturaleza está de moda

Desde que en 2015 la ONU publicara los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030, miles de organizaciones y empresas han modificado sus rutas internamente para alinearse con estos objetivos, ofreciendo productos eficaces y de calidad, pero también comprometiéndose de forma real y tangible con el medio ambiente y la sociedad.

El auge de la tendencia de la cosmética natural es un reflejo directo de esta vertiente en el ámbito de la belleza y el cuidado personal. Hoy en día, la naturalidad ha pasado a ser una de las características más valoradas por los consumidores en el momento de la decisión de compra, y se prevé que alcance una facturación mundial de 25 mil millones de dólares para 2025.

Englobada en el marco de tendencias denominadas Green, Blue y Clean beauty, la cosmética natural resalta los beneficios que la madre naturaleza puede ofrecer a nuestra piel, y además pone de manifiesto unas preferencias del consumidor hacia la transparencia en las etiquetas de los productos, priorizando aquellos formulados con ingredientes seguros de origen local y sostenibles, productos libre de tóxicos y aditivos artificiales, así como aquellos productos denominados vegan y, por supuesto, cruelty free.

En definitiva, podría decirse que el mercado favorece la compra de productos de empresas de cosmética natural que están comprometidas con la salud del usuario, la sociedad y el medio ambiente, no sólo como producto final, sino a lo largo de toda la cadena de desarrollo y vida del mismo.

La importancia de conocer la naturaleza

Dentro de los ingredientes naturales aceptados para su uso en perfumería dirigida al sector cosmético y de cuidado personal se encuentran numerosos extractos de plantas, aceites esenciales y vegetales, así como ceras y mantecas, entre otros; que se asocian directamente con el respeto por la piel del consumidor y el mantenimiento de su salud.

Cuando se define un briefing de perfume junto con el cliente se establecen diferentes requisitos como el universo olfativo, la naturalidad de la fragancia, la sostenibilidad y el storytelling de los ingredientes, así como el porcentaje de alérgenos a declarar en la etiqueta.

Para poder dar una solución acertada y segura en este aspecto, es muy importante que las casas fabricantes de perfumes que colaboren en proyectos de cosmética natural conozcan en profundidad los ingredientes con los que trabajan y sus composiciones.

Por ejemplo, los aceites esenciales naturales están compuestos de determinadas moléculas aromáticas que les otorgan las diversas características olfativas. Estas moléculas forman parte del denominado esqueleto del aceite, y pueden ser reconocibles y detectables cuantitativamente a través de métodos cromatográficos.

Ingredientes naturales y seguros

Sin embargo, al igual que el veneno de serpiente es natural pero es veneno; no siempre la creación de fragancias con ingredientes naturales exime a la misma de ser inocua completamente para el consumidor.

Algunos aceites esenciales contienen de forma natural moléculas que se encuentran recogidas como prohibidas, alergénicas o con restricciones establecidas en el Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 sobre los productos cosméticos; o que hayan sido recogidas en la última enmienda del organismo IFRA. IFRA es la Asociación Internacional de Fragancias que establece estándares para la industria y para el uso seguro de los perfumes, y dicta normas referente a los ingredientes de las creaciones olfativas que toda empresa asociada debe comprometerse a seguir.

Estas normas regulan y limitan, pues, el uso de ciertos ingredientes de fragancias en los productos finales de consumo mediante niveles máximos de uso, prohibiciones o especificaciones tales como pureza u origen de los ingredientes.

Las normas establecen reglas rigurosas, exhaustivas y globales basadas en pruebas científicas y en la opinión de los consumidores, y están sujetas a una supervisión independiente, y a una revisión y actualización constante. Estas normas y actualizaciones son comunicadas a sus socios de forma periódica, generalmente, cada dos años.

En enero de 2020 fue publicada la 49ª enmienda IFRA que representó un gran challenge y cambio para la industria de la perfumería y en el que se integraron nuevos datos, métodos, productos e ingredientes regulados por la Asociación.

Posteriormente, de forma extraordinaria y fuera del ciclo regular de emisión de normas IFRA, en mayo de 2021 se publicó la 50ª enmienda, y actualmente nos encontramos en el periodo de consulta de la enmienda nº 51.

Las empresas miembro de la asociación nos encontramos en constante comunicación con IFRA, quién nos hace llegar diferentes comunicados y borradores de las futuras enmiendas, permitiéndonos adelantarnos a los cambios en la formulación de las fragancias con suficiente antelación.

Por ello, colaborar con empresas fabricantes de perfumes miembros socios de IFRA es pues una garantía extra de seguridad frente a la disminución de probabilidades de que el producto final pueda producir efectos indeseados en la salud del consumidor, tales como irritaciones cutáneas o reacciones alérgicas.

Un trabajo en equipo 360º

La elaboración de fragancias naturales destinadas a la industria de cosmética y cuidado personal requiere no sólo del trabajo conjunto y comprometido de perfumistas, evaluadores y el equipo de marketing; si no también del gran conocimiento del equipo de control analítico y del apoyo constante por parte del departamento de asuntos regulatorios.

Como hemos comentado, el vasto expertise del departamento de método analítico de la empresa proveedora de la fragancia es esencial pues, estos métodos como los cromatográficos, arrojan resultados reproducibles y fiables que sirven de guía para garantizar la inocuidad de los productos finales y el cumplimiento con la legislación vigente, gracias a la detección y cuantificación de los alérgenos y otras sustancias que componen el perfume.

Además, se recomienda valorar la experiencia y capacidad del proveedor en la reducción de los ingredientes potencialmente nocivos a la hora de fabricar un perfume, asegurando una elevada calidad y seguridad sin que esto afecte a la intensidad ni la sensorialidad del mismo.