Diagnóstico y detección temprana de la corrosión en instalaciones vitales de producción
Es ampliamente conocido que la corrosión supone un coste estimado de entre un 3.4-5.2% del PIB mundial, gran parte de este coste es evitable si se realizan controles periódicos para detectar el inicio del proceso de corrosión y su evolución temporal. Se puede considerar que el control de la corrosión es una estrategia empresarial fundamental para alargar la vida útil de todas las instalaciones.
La corrosión es un fenómeno complejo que surge como resultado de la interacción entre un medio acuoso o incluso la humedad ambiental y las superficies metálicas. Parámetros como la temperatura, tipo de producto fabricado, elección de la aleación o metal, acabado superficial o pulido, ejecución de las uniones soldadas, procesos de pasivación, diseño del componente, etc. Afectan directamente a la vida útil de la instalación, ya que en función de su selección limitan la aparición de la corrosión.
Los procesos de corrosión que sufren las instalaciones del sector cosmético se producen principalmente en los equipos e instalaciones que los constituyen, por ejemplo, bombas, tuberías, válvulas, depósitos, etc. y no solo acortan considerablemente la vida en servicio de las instalaciones, sino que además puede contaminarse el producto final en contacto con los productos de corrosión. La detección precoz de la corrosión y su seguimiento es un imperativo para todas las compañías del sector.
El primer paso para prevenir y controlar los fenómenos de corrosión es la identificación de los mecanismos de corrosión que afectan a la instalación. A menudo estos mecanismos aparecen combinados entre ellos, hecho que dificulta enormemente su identificación y remediación. Los principales mecanismos de corrosión que se observan en la industria se dividen en dos grandes grupos; los mecanismos que provocan la corrosión generalizada, típica de los aceros y que consume el metal de forma generalizada y los mecanismos que provocan la corrosión localizada típica de los aceros inoxidables. Dentro de este último grupo existen diferentes mecanismos, los que tienen más incidencia en la industria relacionada con la cosmética es la corrosión bajo tensiones o corrosión asistida por factores mecánicos y la biocorrosión, o corrosión producida por microorganismos.
Existen diferentes tipos de ensayos para detectar y evaluar los mecanismos de corrosión que pueden tener lugar en la industria cosmética. Seleccionar el/los ensayo/s más representativo/s es de suma importancia. Las estrategias y soluciones disponibles para el diagnóstico y detección temprana de procesos de corrosión y degradación de materiales metálicos incluyen:
Ensayos no destructivos de detección temprana y evolución de la corrosión:
- Ultrasonidos
- Líquidos penetrantes
- Radiografía y tomografía
- Réplicas superficiales
Ensayos destructivos:
- Caracterización de los materiales en entornos agresivos similares a las condiciones de trabajo: exposición a líquidos, sales, microorganismos y gases. Propuesta de soluciones
- Evaluación de la resistencia a la corrosión en uniones soldadas
- Análisis mediante microscopía óptica, confocal y electrónica de la superficie de fractura de los componentes que han fallado. Análisis de los productos de corrosión y su origen. Identificación de los mecanismos de corrosión y propuesta de soluciones
- Identificación del efecto del ambiente agresivo sobre las propiedades mecánicas de los materiales según normativa normalizada: corrosión bajo tensión, corrosión combinada con procesos de desgaste o corrosión combinada con fatiga
- Evaluación de la eficiencia de inhibidores. Reducción de fallas prematuras de componentes gracias al uso de inhibidores de la corrosión, menores costes de mantenimiento debido a mecanismos de corrosión.
- Evaluación de la resistencia a la corrosión de recubrimientos y pinturas según normativa específica. Ensayos cíclicos, niebla salina, condensación, climático, etc.
- Caracterización de las soluciones corrosivas. Ensayos de lixiviación
Hoy sabemos que una parte muy importante del coste de ciclo de vida en las infraestructuras se debe a las horas de trabajo dedicadas en identificar y solucionar un problema. Un diagnóstico previo del estado de las instalaciones permite saber cuándo y dónde se podrán presentar problemas de corrosión y adelantarnos a la incidencia.
La detección y el control de la corrosión son medios esenciales de diagnóstico y pronóstico para preservar la “salud” de los componentes y reducir el coste del ciclo de vida de las infraestructuras industriales.
