En los sueños valen todos los sentidos por igual.
Sentir el aroma del chocolate, acercarse al pastel de la abuela, la cocina de mi mamá cuando me hacía el arroz con leche, viajar en una rama de canela y un trocito limón. Transportarse en el propio sueño dentro del tiempo que allí mismo no existe.
Todo esto lo descubrí cuando un día, entrenando la ? junto a los panelistas no videntes del INTI, hablando de la pasión que nos une por este mundo de los olores.
Un hecho común para mí y para ellos también: soñar sensaciones olfativas. Ellos no recurren a imágenes como la mayoría de las personas, sino a texturas, olores y sabores. Y también asocian las percepciones de los olores a las personas.
Unos días después quise saberlo todo acerca de los sueños. Para lo cual, me fui a dormir a una clínica dónde, a través de la conexión mediante electrodos, estudiaron el tipo de sueño en el cual me sumerjo cada noche. Entre las mediciones que realizaron, analizaron el oxígeno, sería el flujo de aire que entra a través de mi respiración, la profundidad del descanso y los impulsos involuntarios del cuerpo físico.
Llamada técnicamente polisomnografía (según su etimología significa algo así como “escritura de los sueños”). Traduciendo mis sueños reveló que respiro más de lo que debería, duermo menos de lo que lo recomendado, pero sueño con más sensaciones.
Entonces, aquí mi pregunta, cómo se mezclan la percepción, la sensación y las emociones en mis sueños?
En una especie de líneas de colores ascendentes y descendentes, aparecieron los olores del momento REM (fase del sueño en el que aparecen los sueños y las pesadillas, así como la capacidad para recordarlos) de aquella noche.
Unos días después quise saberlo todo acerca de los sueños. Para lo cual, me fui a dormir a una clínica dónde, a través de la conexión mediante electrodos, estudiaron el tipo de sueño en el cual me sumerjo cada noche. Entre las mediciones que realizaron, analizaron el oxígeno, sería el flujo de aire que entra a través de mi respiración, la profundidad del descanso y los impulsos involuntarios del cuerpo físico.
A veces despertar significa dejar de soñar. Y otras, significa empezar a soñar.
En cualquiera de los aspectos quiero seguir sintiendo…
Le dije a mis sueños: Hasta mañana, te huelo cuando caiga el sol.
About me:
Siguió su olfato y creo una concepto disruptivo que lo tiene como protagonista.
Un emprendimiento innovador y disruptivo que tiene como protagonista los sentidos logrando una conexión emocional e interactiva con el público.
Llevando el Laboratorio itinerante de aromas y fragancias, diseña experiencia para marcas, desde instalaciones olfativas para lanzamientos hasta talleres experimentales para dinámicas de grupos, universidades, escuelas y centros de tercera edad.
Su fuerte pasión por oler fue el motor esencial para la creación de su propio emprendimiento. Su nombre, Melina, que evoca la dulzura de la miel, parece haber signado un destino que la llevaría por el camino de los aromas y los sentidos. Comunicadora, creativa y agradecida a la vida por este gran don, la fundadora desarrolló este proyecto para jugar e inspirar a otros mediante el sentido del olfato.
Smell Me es un proyecto que tiene como bandera despertar la creatividad sensorial a través de experiencias olfativas lúdicas e interactivas. Su principal estandarte es convocar siempre la conexión emocional de los participantes.
Nace con un espíritu disruptivo, en busca de crear nuevos conceptos afines a diversos ámbitos: corporativo, educativo, artístico…
A través de experiencias sensoriales, performances artísticas y acciones innovadoras, Smell Me acompaña a las marcas e individuos de alto potencial a vincularse con sus públicos conectando a través de sus sentidos y emociones, generando empatía y fortaleciendo el vínculo entre ambas.
