Nuevos retos por resolver en la industria cosmética natural después de la pandemia.
La fidelización de los consumidores por la cosmética natural se ha profundizado durante las últimas décadas. De hecho, su demanda ha aumentado considerablemente en los últimos años. De toda la vida, los productos naturales se han percibido como más suaves y seguros para el usuario, así como más ecológicos para el medio ambiente.
Pero ¿Qué ha pasado después de la pandemia? ¿Ha hecho El COVID-19 que cambiemos nuestros hábitos de consumo natural teniendo en cuenta la creciente necesidad actual de productos biocidas?
Como consumidores exigimos productos cosméticos que satisfagan nuestras necesidades en función a nuestro estilo de vida. Si bien la gente quiere mantener los productos químicos sintéticos agresivos para matar los “bichos”; pareciera que las preocupaciones y ansiedades que sentimos sobre el mundo exterior han reforzado la demanda de productos naturales antes de la pandemia.
La belleza natural sigue siendo vista como el camino preferido para un estilo de vida seguro y saludable para nosotros y para el planeta. Los consumidores primero solicitan calidad y eficacia de sus cosméticos, pero también quieren evitar la exposición a cualquier producto químico potencialmente “dañino”. Por lo tanto, la pandemia de coronavirus está aumentando la demanda de ingredientes naturales y seguramente con el crecimiento de los cosméticos naturales y orgánicos se impulse el crecimiento y la innovación del mercado mundial de ingredientes cosméticos.
El COVID-19 fue y es aún, trágico y desagradable para todos. Los productos biocidas se convirtieron en los artículos más buscados en todo el mundo. Sin embargo, la pandemia ha ocasionado que seamos más consientes acerca de nuestra salud, y los productos naturales son los que más se benefician de ese cambio de pensamiento. Estos cambios generaran un impulso aún mayor en el ámbito cosmética, más bien hacia la cosmética “limpia” (También llamada “Clean Beauty”). Los ingredientes seguros con una mejor trazabilidad y una menor huella ambiental seguramente ganarán terreno.
La seguridad también es uno de los aspectos que cada vez es más valorado por los consumidores. A pesar de que el COVID-19 ha incrementado la demanda de productos naturales; el cambio significativo está en que estos, deben demostrar su funcionalidad a la vez de ser seguros. Con estas tendencias, pareciera que el gran desafío será la sostenibilidad y la eficacia de la industria cosmética natural.
Algunas empresas del sector ya han implementado estrategias que contribuyen a mejorar la sostenibilidad del sector. Ser una empresa sostenible significa una reducción drástica del impacto humano-industrial en el medio ambiente. Requiere una comprensión holística de toda la cadena de suministro, así como un enfoque científico, que produzca objetivos y resultados reproducibles. Biodegradable o natural no significa necesariamente que un producto sea sostenible. La sostenibilidad significa reducir el consumo de energía, materiales y desechos, a la vez de elevar la calidad de vida.
La tecnología será el gran aliado de estos retos. Estas tendrán que ser escalables a nivel global (permitiendo que se fabrique en cualquier parte del mundo), innovadoras y diversificadas con un enfoque de seguridad, bienestar para la sociedad y poca huella ambiental
Según Mintel, para el año 2030, la industria cosmética será considerada como “limpia” en su totalidad. Es decir, la dirección futura del mercado de los productos naturales será la mejor combinación de ingredientes, calidad y eficacia para la seguridad del consumidor, a su vez de ser una cosmética “verde y limpia”. Todo esto debe ser veraz y fundamentado además de verificado mediante aplicaciones o plataformas profesionales que ayudarán a los consumidores a comprobarlo en solo segundos.
Las certificaciones y los organismos certificadores serán clave para poder obtener estas garantías, y solo podremos lograrlo formulando con ingredientes naturales, orgánicos y seguros obtenidos de fuentes éticas, locales de producción sostenible con total trazabilidad y transparencia a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
El COVID-19 está actuando como un catalizador para impulsar la necesidad de ingredientes “limpios” pero con beneficios. La tendencia de “naturalidad” continuará, pero ciertamente, la industria Cosmética “limpia” se encuentra a la espera de su total desarrollo en el mercado futuro.
De cara a los consumidores, existe la necesidad de que los productos cumplan sus promesas de ser naturales y eficaces. Creo que es allí, donde hay un potencial mercado que satisfacer.
Gracias al internet y a las redes sociales, los consumidores están cada vez más informados y son más críticos ante publicidad engañosa o promesas exageradas. Pareciera que cada vez más, queremos volver a lo sencillo, a lo tradicional. Las cosas que son conocidas por ser eficaces y estables con bajo impacto en el planeta.
Entonces… Cuanto más podamos probar la eficiencia, seguridad y sostenibilidad de las materias primas naturales y los cosméticos resultantes, mejor será la aceptación de la marca.