D. Francesc Adam, fundador de Montibello, ens ha deixat

Familiares, amigos, los empleados de Montibello y el mundo de la cosmética profesional despiden al que fuese un referente a nivel humano y profesional.

La familia Montibello se une a la familia Adam para lamentar el fallecimiento de su fundador, Francesc Adam, el pasado viernes, 6 de noviembre, a consecuencia de una insuficiencia respiratoria. La huella que deja Francesc Adam es imborrable, ha sido un ejemplo a seguir para todos y deja un gran vacío en el sector de la cosmética profesional. 

Aquellos que lo conocieron de cerca lo definen como una persona tremendamente humana y honesta, que amaba inmensamente la vida, además de ser un trabajador incansable y con un gran tesón. Estas cualidades lo llevaron a ser una de las personas más queridas y respetadas del sector de la cosmética profesional. No en vano, durante una larga etapa de su trayectoria profesional fue presidente del Comité de Peluquería Profesional de STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), la patronal del sector. Así era Francesc Adam, un visionario, químico de profesión que, en 1967, con tan solo 27 años, decidió emprender, junto a Francisco Muria, director comercial, su propio camino y fundar Montibello, una firma de cosmética que trabajase en exclusiva para los salones profesionales de peluquería y estética.

Los inicios no fueron fáciles. Para poner en marcha la empresa, buscaron financiación entre familiares y amigos. Así arrancó Montibello, que en sus inicios tenía su sede en el barrio del Poblenou de Barcelona. En el año 1975, debido a su crecimiento, la empresa se trasladó a El Prat. Desde el primer momento, se constituyó como una de las pocas compañías a nivel internacional con el concepto de belleza global como eje de su negocio. La exclusividad con el canal profesional, la innovación, la honestidad y proximidad con sus clientes y la formación de primer nivel han sido los valores a los que la compañía siempre se ha mantenido fiel. Unos pilares sólidos que, sin duda, contribuyeron a que, en poco tiempo, se convirtiese en la primera empresa española de cosmética profesional en número de clientes y en penetración de mercado en el sector de la cosmética profesional. 

Más de cinco décadas después, la marca, que fabrica íntegramente sus productos en su sede de El Prat, es una marca referente tanto a nivel nacional como internacional y está presente en América, Europa y Asia, destacando su fuerte presencia en Chile, Polonia e Inglaterra. Hace tres años, durante el 50 aniversario de la compañía, Francesc Adam aseguró que “trabajar duro por y para los profesionales de la peluquería y de la estética, dar cada día un paso pequeño o grande, pero siempre en la buena dirección, ha sido el secreto para mantenernos en una posición privilegiada durante tantos años“. Para él, el futuro de la compañía pasaba, sin lugar a dudas, por “continuar apostando por la exclusividad y el compromiso con el canal profesional, nuestros mejores prescriptores”. 

Los trabajadores de Montibello seguirán manteniendo el espíritu entusiasta y de vocación por el sector de su fundador, Francesc Adam, un audaz químico cosmético que logró cumplir un sueño al que llamó Montibello.