La compañía cerró el año pasado con una facturación de 1,22 millones de euros con un 70% de sus ingresos procedentes del extranjero.
“La compañía se ha posicionado en el mercado y trabajamos ahora con clientes de primer nivel; esto nos permitirá crecer exponencialmente en los próximos años”Albert Jané – Cofundador y consejero delegadoEn su última ronda, Vytrus ha contado con un préstamo de 500.000 euros de ICF Venture Tech II, el fondo del Institut Català de Finances (ICF), y una inyección de 470.000 euros por parte de la familia propietaria de la cadena andorrana Perfumería Júlia. Los 730.000 euros restantes han sido aportados por pequeños inversores.
Desde su fundación, la compañía ha levantado 3,5 millones de euros. El equipo fundador, junto con inversores de su entorno, mantiene la mayoría del capital. Entre sus accionistas, también está la catalana Inkemia. En el medio plazo, Vytrus plantea la posibilidad de salir a Bolsa para reforzar sus planes de crecimiento.
“Este mismo año, la compañía pasará de ser una sociedad limitada a una sociedad anónima, requisito indispensable para entrar en un mercado de valores”
“En España hay bastantes fondos biotecnológicos, pero todos están especializados en salud, mientras que los fondos industriales nos ven aún demasiado pequeños”
El otro producto es el Sarcoslim Re-shape, procedente de una planta en peligro de extinción, que también ganó el premio a la sostenibilidad en el In-cosmetics Global 2019. “Con una sola semilla, hemos extraído las células madre de la planta Sarcocapnos Crassifolia”, explica. Gracias a su investigación, Vytrus ha cerrado un acuerdo con la Universidad de Jaén para reintroducir la especie en la naturaleza.
La compañía cuenta con una planta productiva en su sede central, donde es capaz de producir 11 toneladas de producto al año. Jané señala que seguramente tendrán que ampliar en pocos años la capacidad productiva para afrontar las demandas de los clientes. Sus instalaciones, de 900 metros cuadrados, dan empleo a 22 personas.