Las células madre han estado en el punto de mira durante los últimos años, debido a su enorme potencial en los sectores de la salud y la belleza. En medicina, hay mucha investigación en el uso de células madre humanas, pero este no ha sido el caso en la industria de la estética y el cuidado personal, donde la mayoría de empresas de la industria trabajan con células madre vegetales.
Como expertos en este tipo de células, en Vytrus Biotech queremos explicar cómo se usan en dermocosmética, porqué son diferentes de las células animales y que grandes ventajas representan.
¿En qué se diferencian las células madre animales y vegetales?
Las células madre vegetales se llaman también células totipotentes. A diferencia de las células animales, éstas tienen la capacidad de evolucionar desde un estado especializado (por ejemplo la célula de una hoja) a uno desdiferenciado (una célula que puede convertirse en cualquier tipo de célula de la planta: hoja, raíz, tallo, etc…). Del mismo modo, una única célula madre vegetal, mantenida bajo determinadas condiciones, puede regenerar una planta entera y funcional.
Estas células totipotentes están en continua división, debido a su capacidad regeneradora, así que se pueden propagar In vitro en el laboratorio, convirtiéndose en una herramienta muy útil para conseguir mucha cantidad de valiosas substancias fitoquímicas.
Las plantas constituyen a una fuente ilimitada natural de estas células, que reparan y regeneran tejido dañado, reemplazando células muertas que han dejado de funcionar. Estas propiedades regenerativas han levantado un gran interés en el sector cosmético.
¿Porqué células totipotentes?
La ciencia detrás del uso de las células madre vegetales requiere romper estas células y extraer el contenido para usarlo como ingrediente (no se aplican las células vivas en sí, si no el material de dentro).
Este contenido interno es un cóctel muy sofisticado de moléculas naturales que ofrece una gran oportunidad para aplicaciones en piel y cabello. Muchas compañías ya están usando ingredientes obtenidos de esta manera con mucho éxito.
Estas moléculas son lo que las plantas han estado desarrollando durante miles de años para sobrevivir y propagarse. Al estar enraizadas, no pueden luchar o huir del peligro como los animales así que, debido a esta situación limitante, cada especie ha evolucionado y desarrollado, durante millones de años, mecanismos únicos para defenderse de los peligros y amenazas (animales, microorganismos, clima, etc.)
Además de ser vitales para las plantas, estas sustancias de protección, llamadas metabolitos secundarios tienen una actividad biológica muy potente, que ya ha sido usada ampliamente en fármacos, fragancias, tintes, biopesticidas, etc. Los cultivos de células vegetales son métodos muy eficientes para producir estos ingredientes activos para aplicaciones cosméticas.
Existen grandes ventajas al coger el contenido de dentro de las células totipotentes, y normalmente dan mejores resultados en los estudios clínicos que los extractos tradicionales, además de ofrecer una fuente de ingredientes sostenible y natural. Esto permite trabajar con bioproductos que actúan muy bien en la piel usando procesos que son muy sostenibles y eficientes.
Procesos naturales, sostenibles y eficientes.
Los metabolitos secundarios existen a menudo a concentraciones muy bajas en las plantas, y en algunos casos solo se producen o almacenan en órganos específicos (las raíces o la flor) o durante estaciones en concreto, con lo cual es difícil obtener muchos de ellos de forma directa. Además, los cultivos de plantas tradicionales dependen de condiciones ambientales, requieren mucho tiempo y gran cantidad de tierra y consumen mucha agua. Todo esto no sucede cuando se trabaja con células madre vegetales.
Los cultivos celulares pueden mantenerse In vitro en un laboratorio, bajo condiciones controladas, totalmente independientes de las condiciones climáticas y otros factores ambientales, en condiciones de esterilidad, lo que asegura un producto mucho mejor estandarizado que el que se consigue de cultivos de plantas (por ejemplo, con extractos vegetales tradicionales)
Además, como las células totipotentes contienen y producen grandes cantidades de sustancias esenciales como aminoácidos, lípidos y carbohidratos, minerales y antioxidantes, que funcionan de forma sinérgica entre ellos y junto con los activos dermocosméticos de interés, los ingredientes son mucho más eficaces y tienen una actividad cosmética reforzada.
Usar células madre vegetales también representa una práctica muy sostenible. Hay un impacto mínimo en ecosistemas, con independencia de los recursos naturales: reducción drásctica del uso de agua (un 99% menos que la usada en cultivos tradicionales), no se usa suelo cultivable, porque todo se realiza en un laboratorio, lo cual también representa una reducción muy significante en la huella de carbono. Además, los activos hechos de células madre vegetales no contienen herbicidas, pesticidas ni metales pesados.
Por último, el trabajar con células madre vegetales ofrece la posibilidad de usar plantas «especiales»: en peligro de extinción, endemismos, plantas de acceso difícil por problemas geopolíticos o geográficos, etc. Esto, además de ser una ventaja para la industria, abre las puertas al uso de estas tecnologías para ayudar a la conservación de estas especies.
Responsable de comunicación en Vytrus Biotech